Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico. (Rayuela)

lunes, 13 de julio de 2009

Pequeña introducción.

Con la tenue luz que me suele iluminar en noches como ésta, y música de guitarra, empezaré a escribir aquí las historias, o mas bien, microhistorias, que se me van ocurriendo. En esos bucles mentales en los que me suelo mover camino hacia alguna parte cerca de aquí. Como Madrid.

El título de éste blog, es porque las historias no son más que pedacitos de vida en un lugar y tiempo determinados.
La suerte de las historias es que te las puedes inventar, y cambiar su final tantas veces como quieras. Por desgracia la vida no es así.

Por eso, y quizás haciendo un poco de caso a mi otro blog titulado Utopía, intentaré que todos y cada uno de estos textos acaben bien, porque a veces también hace falta leer o escuchar cosas bonitas. No como el telediario.

1 comentario:

  1. Una dosis doble nos vendrá de perlas a los que nos embelesan tus textos!

    Gracias Mewy! & bss

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