Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico. (Rayuela)

martes, 13 de julio de 2010

Había una vez...


Estás pegado a mi ventana, miras a través del cristal. Yo estoy sentada en la cama. Te enciendes un cigarro, sigues mirando a la nada del que ya lo ha visto todo. Te observo. Te recorro con la mirada. Me hace gracia verte con una camiseta de mi padre puesta. Me has dejado las llaves de tu vida, y ahora entiendo por qué siempre grité con tanta fuerza el "vamos a localizarte".

Había una vez un gato que viajó a Las Vegas para conocer otro tipo de estrellas, esas que se encienden por cables. Había una vez un tipo que se despertó con las bragas de su secretaria atadas a la cabeza. Había una vez un botellín de cerveza que cruzó todo el Pacífico solo para que un perro jugase con él. Había una vez una nube que fue a parar al mar. Había una vez un tipo que cogió una guitarra y se fue a Woodstock y se puso tan ciego que acabó durmiendo debajo de la furgoneta de un rumano de padres argentinos. Había una vez una magdalena que se hizo amiga de la caja de galletas y el tomate frito. Había una vez un gol en fuera de juego. Había una vez unos ojos que rozaron el culo de Dios. Había una vez un profesor de historia que realmente era músico que realmente era padre de dos hijas que realmente no era nadie más que un borrego. Había una vez una religión. Había una vez una vida y había una vez una muerte. Había una vez un concierto de Love of Lesbian que duró un cachi de calimocho y un cigarro. Había una vez un post-it que nunca fue leído. Había una vez un disco que se hizo película. Había una vez un libro que unió dos vidas. Había una vez un tipo tan alto que nunca llegó a dormir en mi cama. Había una vez noviembre. Había una vez olvidar. Había una vez tú y yo. Había una vez Madrid. Había una vez un espermatozoide que ganó la carrera. Había una vez un por qué que no tuvo más respuesta que el viento. Había una vez una incertidumbre de principios. Había una vez una patente de corso que hizo lanzar cañonazos. Había una vez un hijo de puta que se fue. Vez una había. Una vez había. Había una vez había una vez..

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